Legalidad y laicidad
Resumen
Para constatar la existencia de un auténtico Estado de Derecho —a diferencia de un simple Estado con Derecho— el sistema jurídico debe satisfacer cuatro exigencias internas: primacía de la ley y principio de imperatividad, deliberación democrática y responsabilidad pública de los funcionarios, independencia judicial y control de constitucionalidad y reconocimiento y promoción de los derechos fundamentales. Mi propósito en este ensayo es desarrollar y defender dos de los cuatro principios que componen al Estado de Derecho: la primacía de la ley y la deliberación pública. Argumentaré que el primero de estos dos elementos encuentra fundamento en la idea de autonomía personal: para que los ciudadanos de cualquier Estado puedan desarrollarse plenamente, escogiendo su propio plan de vida de manera legal y legítima, es menester que el Estado no cambie de manera arbitraria aquello que considera legal y legítimo. El principio de deliberación pública, por otro lado, está anclado en la idea liberal del laicidad: las normas que han de atarnos como comunidad política deben discutirse de manera racional y razonable, asegurándonos de no privilegiar una cosmovisión que anule la posibilidad de perseguir ciertos planes de vida que deberían considerarse válidos y legítimos.
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