Sobre los cultos norafricanos en la Dacia romana

Resumen

El contacto entre la civilización greco-romana y la cartaginesa condujo a la superposición de los politeísmos plurales estratificados africanos y los clásicos y a la disolución de los antiguos personajes divinos en el sistema religioso romano. Las teonomías bárbaras y púnicas conservadas en el África romana son pocas: un Saturnus Balcaranensis, un Aulisua, Iocolon, Bacax, Bonchor, Varsutina. La Africitas se puede rastrear en el arte de los monumentos votivos, en los rituales practicados, en la preferencia por un dios pantheos, Saturnus, preferencia que contradice la disponibilidad “politeísta” romana. Saturno, Celestis, Esculapio, Mercurio Silvano, Liber Pater, Hércules, Venus, Plutón, Marte, Neptuno no son más que nombres latinos que los africanos eligieron para designar de manera más o menos coherente a sus dioses púnico-bárbaros: Baal Hammon, Tanit, Eshmoun, un dios bereber cuyo atributo es un escorpión, Shadrapha, Milk’ashtart, Astarté, Baal Addir, El Qone Aras, Arish, etc.

La investigación moderna descubre, según la perspectiva adoptada, diferentes valencias de estas interpretaciones: uno de los componentes, el clásico o el bereber-púnico, se minimiza para apoyar la africanización o la romanización de estos personajes divinos, la romanización de los adoradores norteafricanos o su resistencia frente a la romanización. Estas interpretaciones categóricas y generalizadoras son abusivas. La africanización y la romanización varían según los fieles, los entornos sociales y las épocas. Los africanos de Dacia repiten, mutatis mutandis, los gestos de los que se quedaron en casa. Para el africano P. Raecius Primus, Baal Hammon y Tanit forman una nueva pareja (Saturnus y Latona) que no aparece así en el panteón y el sistema mitológico grecorromano. Olus Terentius Pudens Uttedianus rinde culto a una divinidad cuasi oficial romano-africana, Celestis, junto a los dioses populares de Leptis Magna - Eshmoun y Astarté - y al Genio de los dacios. Un romano erudito como M. Herennius Faustus clasiciza relacionando algunos epítetos culturales raros con el africano Baal Hammon, convertido en Saturnus securus. Los soldados de Micia también están lo suficientemente romanizados como para no utilizar ninguna teonomía bárbara: el prefecto Rufus rinde culto a Silvano, Liber Pater y Plutón. Los habitantes del norte de África romano no situaron en posiciones antitéticas e irreductibles la herencia de la civilización antigua y la aportación de Roma. Estos personajes divinos de esencia africana y aspecto romano demuestran que sus fieles adoradores encontraron en ellos el camino de la interpretación, la conciliación y el sincretismo.